13 July 2011

capítulo i

 Hace 34 días que pisé tierras firmes de Kenia. Es un poco más de un mes, pero ya puedo decir cómo es el país, cómo vive la gente, qué come, etc. (los kenianos me enseñaron que “etc” incluye todo. No precisamente en mi caso.)
 Al día siguiente que llegué salí de viaje misionero por 3 semanas. Estoy trabajando con un grupo misionero llamado BMW, sí, suena a autito lindo.. pero es Bicycle Mission to the World. Empezó hace 6 años donando bicicletas para pastores y misioneros rurales para facilitarles el transporte para visitar casas y dar estudios bíblicos. Luego empezó a donar motos, Biblias, becas para estudiantes carenciados, dinero para construir iglesias y escuelas, y por supuesto, atención médica gratis incluido medicamento. Vienen pacientes sin parar! ancianos arrugaditos, mamás con sus bebés y niños (entra la mamá como 1 sola paciente y hay que atender a 4 personitas adicionales), niños que vienen solos, gente que quiere cualquier pastilla. Es cansador trabajar todo el día, pero siempre pienso que vine a servir a Dios y siento que tengo que ser fiel hasta el final. Y Dios me da fuerzas para seguir y hace que el descanso de las noches sea reparador. El 1er día éramos 4 atendiendo y vimos 1000 pacientes! El día parecía no tener fin! 
 Vamos por caminos de tierra o barro, algunos que parecen intransitables. Viajamos horas y horas, y si son 100 km los recorridos, estamos cansados como si hubiese sido 400 km debido a las malas condiciones de los caminos. Llegamos a lugares que no aparecen en las propagandas turísticas. Los lugares más pobres o los más distantes. Pueblos que si no fuese por BMW.. nunca hubiese ido. Lo sorprendente es que hasta en esos rincones insólitos hay adventistas. Si fuese sólo por Kenia, Jesús ya está por llegar. 
 Es tan común ver iglesias adventistas por acá.. Uno va por la ruta y ve una iglesia, 1 km más adelante hay otra, 1km y otra, y así sucesivamente. También hay escuelas adventistas. En realidad, en África hay muchas iglesias de todas las religiones, conocidas y por conocer. Algunos usan “uniformes” y los domingos es divertido ver las diferentes vestimentas con sus colores particulares, los desfiles, las marchas. Confiar en alguien superior al ser humano es una necesidad del hombre, como comer y dormir. 
 Así como hay iglesias, hay escuelas, y son más. Claro, la gente que no tuvo acceso a la educación tiene 6, 7, 8 o más hijos. Además, en muchos lugares, se practica la poligamia y las familias son muy numerosas. Alguien dijo una vez, “como no tienen luz, no ven televisión sino que hacen hijos. ya van a empezar a ver tv y van a tener menos hijos”. Por eso, hay muchos chicos. Por eso, hay muchas escuelas, muchas muchas muchas. Por eso, hay muchos centros de educación docente. A la hora de salida de clases se ven uniformes de todos los colores caminando por la calle. Algunos viven cerca, la mayoría muy lejos.